sábado, 19 de octubre de 2013

Yersinia pestis


 

Crónica de una conspiración

Las ratas me hablan, y yo las entiendo, me hablan quedito, es nuestro secreto,

A veces durmiendo me cuentan historias, sus anhelos su memorias, entran en mi mente en mágicos sueños, hay grandes pequeñas y de todos los colores, usan lentes y sobrero toman vino y comen queso, en el mundo de las ratas el gato es el ratero, “Ladrón de vidas”.

Uno de los postulados Ratunos mas importantes es jamás revelar la existencia de su sociedad, pues saben con certeza que el ego del humano no le permitiría compartir el planeta con otra criatura racional, por este motivo las ratas decidieron desde hace mucho tiempo vivir en la clandestinidad. Sabía decisión y por demás comprobada, pues según cuentan la peste Bubónica del siglo XIV, no fue más que un complot de la sociedad feudal humana, cuando un pequeño grupo de hombres descubrió por accidente la racionalidad en los roedores;

-Exterminar a todas las asquerosas ratas, para evitar que algún día lleguen al poder- Fue la orden dada. Si bien es cierto la mentira no radicaba en la existencia de una plaga, se manipularon los hechos para encubrir al culpable, curiosamente esta inducida confusión tuvo un efecto doble en la expansión de la enfermedad, pues no solo encubrieron al portador, si no que el engaño legitimo su presencia en las comunidades humanas, propagando la peste cada vez más, y como este fue presentado como un colaborador, aliado de los humanos en la lucha contra los apestosos su presencia era requerida cada vez más, lo que disparaba el brote de peste al mismo tiempo que iniciaba la cacería.

En muchas ocasiones en lugares donde las ratas se habían mantenido al margen de mostrarse a los humanos, los “Ladrones de vidas” los acorralaban hasta llevarlos al pueblo o ciudad, siempre cuidando que algún humano los viera para detonar así la paranoia y justificar así la presencia del virus.

-Justo a tiempo-  era la frase predominante en esas poblaciones, - A cuántos mas habría infectado esa maldita rata si no hubiéramos estado preparados-, las ovaciones se dejaban escuchar y la gente, saludaba a las patrullas, en sus recorridos por las calles.

Una vez dada la primera persecución  estas iban en aumento, todo con la  intención de crear la ilusión  de un incremento en la población roedora, para justificar así la entrada de más tropas.

La cura era la enfermedad, pero la locura infectaba a todos, una salvaje locura de Xenofobia, y Exterminio obligo a gran parte de la población ratuna a migrar, miles de polizones  en los barcos cruzaban  el atlántico y el mar mediterráneo buscando tierras más seguras, lo que dio pie a una segunda fase de expansionismo del terror.

Teniendo como argumento la masiva migración miles de “Ladrones de vidas” fueron colocados como guardianes en los barcos, lo que trajo como consecuencia una brutal cacería en altamar, miles de cuerpos fueron arrojados al agua, pero por obvias razones esto no detuvo el marítimo avance de la plaga, en muchas ocasiones  los polizones eran acosados solo ligeramente durante el trayecto para así generar temor y confusión en los Ratunos, estrategia empleada para que al tocar tierra se generara un desembarque masivo, y a zarpazos  de autoridad iniciaban terribles persecuciones por toda la ciudad.

Al poco tiempo logrado el shock,  a petición de la población eran mandados los escuadrones dentados, la peste con garras, logrando una vez mas introducir sentimientos xenófobos en esa población, y así la misma gente era quien apoyando a los “Ladrones de vidas” trabajaban a la par para exterminar a los inculpados, sin saber que eran esos, aquellos quienes decían protegerlos quienes los estaban matando.

Y fue así tras años de masacre que la población Ratuna fue reducida drásticamente y tuvo que recluirse en las alcantarillas y basureros de los humanos, condenadas  a comer desperdicios y vivir entre su suciedad.

 

Al pasar el tiempo los hombres y mujeres olvidaron los detalles de esta historia, muchos jamás se dieron cuenta y desde ese momento los humanos viven en medio de una guerra secreta, los gatos se camuflaron como elegantes y sofisticadas mascotas de los humanos, y la rata fue reducida a la mugre y la enfermedad y su exterminio en la actualidad no es cuestión política, es cuestión de sanidad.

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